duele tanto ser un cortante amor latente que puede romper en tres segundo a un odio de instantes. algo que se nutre de locuras terminando cada noche en un mar de soledades el cual se refugia en sus propias manos para llorar secamente.

transformo a cada segundo por la paranoica idea de perder ese poco amor que le queda a usted, adentro, tan profundo, sinceramente clavado en la sangre. sufro al culparme, al verlo tan lejos odiándome tanto, realizando yo las profundas tonterías que lo sacan del lugar.

despidiéndonos con besos y miradas tan vacías, donde lo único que queda es la aparente simpatía por el color del cielo y la arena del mar. de que me sirve ser tan sólo para usted un malestar, un malestar que ama ciegamente pero no puede perdonar.

No pretendo ser un mártir para usted, pues soy más fuerte que un dragón en el olvido; el cual usted pretende cada día pero lo mira con más miedo que los vampiros el sol. no busque dolor en la alacena pues ya no lo vendo yo, no lo quiero ver sentado en mi hoguera, quiero verlo apagando el dolor.