.mirando afuera.

veo la distancia con ojos de olvido, siento como mi cuerpo se pierde en la sobra de la felicidad intrascendente, escucho cada paso de mi mente la cual camina hacia el rumbo del deseo momentáneo. Vivo en una duda que me hace feliz.

recuerdo los errores, los subrayo para no caer en ellos de nuevo, me río de mi misma y pretendo madurar antes de morir. quiero ser grande y así tocar mis sueños, saber que todo es posible y que lograre lo que todos han anhelado, viviré siempre en mi mundo fantástico, donde se enlazaran las risas de mis nubes, comiendo en la fabrica de sueños la dulzura que un piano prepara para desayunar.

no me quiero arrepentir de nada, no quiero llorar por lo que alguna vez me hizo feliz, volaré hasta la última casa de las hadas y así encontraré la estrella final que me dirá que todo esta bien, que deleitará mis oídos con su canto, abrazándome fuertemente y luchando conmigo contra la sobredosis de mi mente.

voy a derretir un poco de chocolate para elaborar las teclas negras del piano que se había roto, las formare y las dejare secar, hasta que llegue el día idóneo para comenzarlo a tocar. escucharé su música tan suave, seré aun mas feliz, y sabré que todo valió la pena, que todo tiene una solución por la cual luchar.

.caminando con el sol.

Siento como el tiempo ha pasado sobre mí de una forma rápida, como viento sobre mar. Logro percibir el aroma de la nada mientras los planetas cambian de dirección, así como comencé a cambiar mi vida.

Decidí dejar la luna y las estrellas para enterrarme en esta tierra y pensar con claridad, tome de la mano a mis deseos dejándolos sumergidos en el pavimento, mientras camino con ellos.

Supero enfermedades que me matan cada cinco segundos, reconfortante es el saber que sola lo puedo lograr, pero en este mundo tan extrañamente maravilloso sigo pensando si el camino de la soledad es la respuesta ha mi programada desdicha.

Quiero caminar sobre la playa, y preguntarle si podré vivir sin ella los meses que siguen, ya me separé de las estrellas, pero me es casi imposible el pensar en quedarme sin aquella.

Me duele la garganta, es un cosquilleo que me deja intranquila, de tanto toser la cabeza me duele, tengo hambre, todo el tiempo, miles de visitantes han de estar perforando mi estomago, como duendes establecidos en casa abandonada devoran todo lo que entra a ésta.

Dormiré, dejaré que mi cama interprete mi necesidad. Espero al amanecer la respuesta precisa a las dediciones urgentes, espero lograr ser un ente feliz para siempre.

.la vida entre las flores.

.es de noche es esta ciudad donde el tráfico nunca termina, donde los peces y las nubes no existen en los sueños de los personajes de la historia de la ciudad. Mi miedo radica en perder mi sueños, en dormir pensando en la realidad oculta en las paredes de tristeza, en los cielos grises, en las lágrimas de lo no existente. Mi pared es grande y mis ojos se hacen pequeños, mi miedo a la grandeza esta ligado a los ojos que se fuman el cristal cortado que nace de la lluvia.

Hace frío, hace calor, tiemblo a cada segundo, tiemblo al darme cuenta que mi estomago esta vació, que mi alma necesita un abrazo, que necesito a mi mundo envuelto en la bola amarilla donde se puede correr alrededor de una fogata hasta morir de risa, revolviéndonos en carcajadas.
Quiero volar y ser feliz en este mundo ajeno a mi pensar, quiero parar a cada transeúnte y decirle que debajo de sus piernas existe un mundo maravilloso que eleva al alma hasta el infinito mundo verde de las noches de felicidad eterna. Quiero golpear las puertas y gritar hasta que mi alma sienta el abrazo de la tempestad habitual que habita en mi corazón brillante.

Deseo un mar, deseo un cerro, deseo subir hasta la cima de los sueños de los locos y aventar confeti de maíz (no para que lluevan palomitas) sino para crear casas que se puedan comer. Aunque pensándolo bien aventare cacao, para que endulcen la vida de los amargos que se entristecen por no poder correr más rápido y llegar así a su vida programada.

Loca, estoy loca, voy a navegar con los ojos cerrados, escuchando las postales que se crean con los sonidos que la vida rutinaria puede elaborar. Taparé mi nariz para no oler la tristeza y me aventaré a la tierra para poder palpar su esquicia realidad.

.se�or diente de le�n. 

es mi locura la que me engaña, es mi felicidad el botón que lleva a los errores. no tengo idea de lo que hago, no tengo porque hacerlo, tengo miedo. las noches son intranquilas, tengo temor de pensar, de ver cosas extrañas, las realidades que yo he pintado de distintos colores hasta no saber cual es el verdadero -tengo miedo, más y más, escucho mis lágrimas todo el tiempo, veo cuando no estoy-

hay estrellas que se unen en momentos que no deberían hacerlo, pero también hay momentos que se unen sin saber quienes son en realidad, no sé, pero detrás de las gafas siempre hay mentiras.
mi pupila se dilata con tanta presión, me encuentro en un cuarto blanco por segunda vez, viéndome con el letrero de maldita, con la misma novedad, con el mismo dolor, con diferente sabor, con los ojos cerrados dispuestos a soñar perdiendo realidad, sin mí pero contigo.

soy una maquina de vidas distintas deterioradas en mi oscuro interior, un sol que irradia sombras, una vida incompleta de risa que busca en los cuartos de colores las piezas correctas para formar el rompecabezas de su ilusión, de su realidad, su mundo, la llave correcta o la galleta perfecta que permita entrar por la puerta pequeña por donde alicia se fue. sin necesidad de nadar en lagrimas, sin más lecciones por los personajes, sin sonrisas de animales, sin hongos que hablen, sin reinas que sigan a matarme.

yo no sé porque busco entre los ojos de los muertos el cristalino perfecto que me haga llorar, para qué sufrir con lo que no entiendo, para qué entender lo que siento, para qué demonios sentir lo que siento, ¡no! mejor guardo silencio mi cuartada tiene imperfección.

voy a cerrar los ojos e intentar perdonarme, comeré azúcar morena para endulzarme y buscaré en mis recuerdos algo turbio para sanarme.

adios.