Díganme qué hago perdida en estas células muertas de la esfera roja que me envuelve. Tráiganme un camino que yo pueda recorre sin aguantarme tantas ganas de matar, donde las lágrimas que invaden mi nostalgia se esfumen de mi piel, donde pueda ver sin temor de serme infiel.
Solo escuchen como llora el árbol, como se va rompiendo, poco a poco desgarra mi piel.